20120510

txt_x3



"Siempre pensé que los carpinteros eran gente importante. Me interesaba mucho hacer cosas con mis propias manos y observaba a aquellos hombres con gran admiración. Ellos ponían los marcos antes de haber colocado el revestimiento exterior, y parecían muy confiados y orgullosos de que la casa se mantendría 100 años en pie. Todo eso me impresionaba mucho de pequeño. Me decían que había que construir un edificio con confianza y orgullo: los materiales solos no hacen que un edificio sea grande o fuerte. Hacerse arquitecto, como ocurre con cualquier otra profesión, normalmente es algo gradual. Nunca sabes exactamente cuándo pasas a serlo, pero creo que para mí fue, quizá, en el momento en que pude imaginarme construyendo. El efecto combinado de empezar a comprender la confianza de un carpintero y el orgullo de un artesano me hizo pensar que éste podía ser un camino para contribuir de algún modo en la sociedad."


Tadao Ando, Conversaciones con Michael Auping

No hay comentarios :